Ingredientes

  • 500 g de harina de trigo
  • 5 huevos
  • Agua 1L
  • Sal

Preparación de la pasta fresca a mano

Primero en una mesa de trabajo volcamos la harina y formamos un volcán con ella. En el interior del volcán, cascamos los huevos, los batimos un poco y comenzamos a mezclarlos con la harina. Primero mezclamos con un tenedor y después con el dorso de las manos, formando una masa ligeramente dura que se despegue de las manos. Cuando tengamos nuestra masa ya formada, la rociamos con un poco de la harina que nos ha sobrado y la metemos una bolsa de plástico de nevera o la envolvemos en papel film y la dejamos reposar 20 minutos. Pasado este tiempo, comenzamos a amasar la harina con un rodillo con cuidado de no romperla. La amasaremos hasta que quede muy fina y bien estirada. Una vez esté fina y estirada, la dejamos secar 10 minutos. Pasado este tiempo, la enrollamos delicadamente y comenzamos a cortarla en tiras. El tamaño de las tiras puede ser el que queramos. Ahora ya tenemos nuestra pasta fresca lista. Para cocerla, en una cazuela de agua con sal al gusto, la llevamos a ebullición y cocemos la pasta durante 3 minutos. Lista para servir.

Consejos para una pasta fresca a mano perfecta

Si vemos que la masa se queda seca cuando la amasamos, podemos añadir un poco de agua. Si por el contrario está húmeda, añadiremos una pizca de harina.

Estacionalidad

Se encuentra disponible durante todo el año.

Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas

Proteínas, fibra, zinc, fósforo, selenio, tiamina y niacina.

Valoración nutricional

Aporta grandes cantidades de hidratos de carbono, en concreto almidón. La proteína más importante de la pasta es el gluten que le confiere su elasticidad típica. El contenido medio se sitúa alrededor del 12%, aunque es deficitaria en lisina, un aminoácido esencial. El contenido en fibra es variable (dependiendo del grado de extracción de la harina) y como micronutrientes destacan zinc, fósforo y selenio (minerales) y tiamina y niacina (vitaminas). Su contenido será mayor o menor dependiendo de si se enriquece la harina o no. La pasta contiene gluten, por lo que su consumo está totalmente contraindicado para celíacos o intolerantes al gluten, salvo aquellas variedades elaboradas expresamente sin él. Asimismo, se ha de vigilar la composición de las pastas alimenticias, pues aquellas que llevan huevo entre sus ingredientes no las pueden consumir quienes tienen alergia a este alimento.